Dime cuántos besos me he perdido desde que nos estamos dejando...

nada claaaaro, con un libro sonrío y decido que es hora de cortarme el pelo, otra vez sentirme ligera, es geeniaaaaal. Luego sigo escribiendo, contando, sintiendo.

On Standby.

Son mis palabras las que le han hecho pensar y es que en ellas hubo una razón oculta que él descubrió, analizó, y que ahora, predica con el ejemplo

"No se si te quiero o quiero quererte" y"quizás solo queremos ser amigos pero no nos hemos dado cuenta" una y otra vez en mi boca para ahora estar, una y otra vez en su cabeza. Y es que no es que tenga nada claro de repente por su repentina ansía de probarlo, solo tengo claro que estaba bien, que faltaba algo, y que quizás ese algo no va a volver.

Y aunque nunca lo haya hecho en alto ¿por qué te fuiste? Sabías bien que dolería. Y es que igual le estoy echando la culpa a lo que no la tiene en vez de aceptarlo, y es que duele aceptar que no son mis besos lo único que conseguiría calmar tus nervios convirtiéndolos en los mejores nervios del mundo. Como tantas otras veces han hecho.

Apagada (o encendida tras el miedo a perder algo....¿ otro trozo de sonrisa?).

Y como si de un espía se tratase parece haber actuado en respuesta a mis palabras decidiendo dejar a un lado nuestro amor para saber si realmente existe o es una bonita amistad.

Pero que es el amor si no una amistad con deseo(y en mi caso una enorme cantidad de posesión)? Pero es imprescindible la confianza que yo no le tengo, que en realidad si tengo pero tiene miedo de que le vuelva a pasar y convierte mis temores en horribles gritos, palabras, temblores y llantos que le reprochan de un modo u otro el porqué de sus actos, y que independientemente del motivo por el cual existan esos celos le hacen sentir mal, le molestan hasta el punto de actuar. Y es impotencia lo que siento al saber que hay un mar por en medio que no me permite ir a su encuentro y hacerle cambiar de idea como tantas otras veces él ha hecho conmigo. Y es injusto joder, tener que dejar pasar todo esto y no poder hacer nada más que quejarte como una pequeña niña, tonta y pequeña.

injusto, no, confianza, celos, distancia, mar, mal, gritos ... pero también hay sonrisas, miradas, caricias, su barriga, besos, tranquilidad, seguridad, risas, carcajadas, guantazos, reconciliaciones, polvos, gemidos, sus manos, mis labios, el azul de sus ojos, el sonido de su voz, esos brazos que me estrujan y me protegen de mis miedos, y es que en pros y contras, gana el amor. Pero pesan más esos mil fallos tontos que no son tan tontos.

¿Qué me está pasando hoy?

QUE COÑO ME ESTÁ PASANDO HOY?

Pues lo de cada día, que no tengo ni puta idea de nada, que no se si te quiero o si quiero quererte.

Rondan mi cabeza mil ideas, mil opciones, aunque en realidad no tantas, mil son las dudas entre unas y otras. Supongo que me he rendido ante la opción de dejar pasar el tiempo de limitarme a sentir y a no decidir, por el miedo a la equivocación en la decisión. Y suena el móvil y claro, es él, y vuelven las dudas a cambiar el rumbo, indecisas, pero como una veleta dispuesta a ir donde la lleve el viento. No diferencio entre lo que siento y lo que quiero sentir.

Por otro lado, hoy es diecinueve de febrero.

Guau!

De verdad...me ha encantado el desfile de Duyos y esos maxibotones.

Un intenso olor a chocolate inunda la habitación, es el perfume de una nueva vela que sin quererlo refleja debilidad en su llama, temblorosa y centelleante, ardiente y tan suave a la vista, su aroma se confunde con el aliento de una caliente taza de té que atrevida deja escapar un suspiro, y en toda la casa se oye la lluvia que hoy cae con fuerza, cae feliz, ese hermoso ruido es anestesiado con una de las bellas composiciones de Yiruma.

El ambiente de la que hoy es dueña la pequeña estancia acompaña miles de sentimientos que se debaten en mi interior, miles de sueños y alguna que otra obsesión, las cuales necesito para seguir viviendo.

Sin motivo alguno o con varios motivos empiezo de nuevo el blog, igual que he empezado el curso, igual que todo en esta vida empieza, cambia, vive, acaba y a la vez nunca igual que nada.